Festival de San Sebastián - Zinemaldia. Mejores películas Parte 3

Durante la presente edición del Zinemaldi se han presentado varios títulos españoles que no hacen más que demostrar que el cine español está viviendo un buen momento y un momento en el que muchas cosas empiezan a cambiar. Pero si bien el cine esta sabiendo renovarse dando oportunidades a nuevos directores que consiguen ganarse incluso al público extranjero, el país vive un momento difícil y precisamente eso es lo que se refleja en estas nuevas películas.

Alberto Rodríguez, director de "La isla mínima", ya comentó al presentar su película que el género del Cine Negro aflora en momentos de crisis y en momentos en los que se está pasando por situaciones difíciles y es ese género el que en gran parte ha predominado en este festival, con mucha presencia española, gracias a la ya mencionada película y a la que hoy tengo el placer de recomendaros como la que ha sido para mi la mayor perla del festival.

MAGICAL GIRL
2014, ESPAÑA.
CARLOS VERMUT

Luis (Luis Bermejo), un profesor de literatura en paro, trata de hacer realidad el último deseo de su hija Alicia (Lucía Pollán), una niña de 12 años, que padece un cáncer terminal: tener el vestido oficial de la serie japonesa de dibujos animados "Mágical Girl Yukiko". El elevado precio del vestido llevará a Luis a poner en marcha una insólita y oscura cadena de chantajes. En estas circunstancias, conoce a Bárbara (Bárbara Lennie), una atractiva joven que sufre trastornos mentales, y a Damián (José Sacristán), un profesor retirado con un tormentoso pasado. Los tres quedarán atrapados en una oscura red, en la que instinto y razón entran en conflicto. 

Con cierto temor se acercaron muchos espectadores a visionar la nueva propuesta del madrileño Carlos Vermut, quién ya había conseguido que las opiniones sobre su anterior trabajo, "Diamond Flash" fueran encontradas y agridulces. En esta ocasión la admiración hacia el que va camino de convertirse en un director de renombre dentro del panorama español fue bastante unánime. Es cierto que cuesta engancharse al principio. Todo es extraño, frío, lento y aparentemente soso, pero con un poco de paciencia vamos descubriendo que Vermut es uno de esos narradores que no tiene ninguna prisa por sorprender al espectador y que necesita tiempo para introducirle en esa atmósfera oscura tan de Cine Negro que crea.

"Magical Girl" se trata de una obra neo-noir, es decir de Cine Negro moderno. Rescata varios elementos de dicho género clásico, como la "femme fatale", aunque esta vez muy condicionada por un personaje masculino. No de una forma clásica y habitual, pero esos elementos están ahí y su director lo sabe. No es así con la atmósfera y la ubicación espacial de la historia, que huye de callejones oscuros para trasladarse a un barrio cualquiera de clase media en el que se darán situaciones poco habituales. Al director no le hacen falta demasiados elementos más para contar una historia que de una manera sugestiva y sugerente transmite una tensión y una incomodidad que pocas películas consiguen transmitir, pero es a la vez tan incómodo como atractivo y aunque en ocasiones quieras que cierto momento se termine, una parte de ti desea que se alargue eternamente.

Las geniales interpretaciones tanto de Bárbara Lennie, cómo de Luis Bermejo, cómo de José Sacristán, no hacen más que evidenciar que tanto el guión como la dirección de los actores y la tensión lograda por esas largas secuencias, son sin duda las claves del buen funcionamiento del film, todas ellas obra del director, quién también es el guionista. Todo es creíble a pesar de que el absurdo envuelve muchos momentos y a pesar de que algunos personajes tienen una apariencia más propia de un cómic, de uno de esos cómics que dibujaba Carlos Vermut en sus inicios, quizás. A parte de las dos interpretaciones masculinas principales, con especial énfasis en la de José Sacristán que ha sabido renovarse como actor trabajando con directores jóvenes y que borda el rol de personaje aparentemente bonachón con un oscuro pasado, la estrella de la película es Bárbara Lennie, una mujer impredecible que despierta tanta sensualidad en algunos momentos cómo rechazo en otros.

Otra de las bazas de la película es la crítica social que la rodea, haciendo incluso un análisis del espíritu español, a medio camino entre el espíritu nórdico, mucho más racional y el latino, mucho más emocional. La lucha entre la razón y la emoción es el motor que mueve la trama, pero también la excusa de Vermut para ofrecer una visión muy negra de España. Dicha crítica es introducida también mediante el humor y es el humor, en muchas ocasiones negro, otro de los puntos fuertes de la película. No es un humor al que estemos demasiado acostumbrados y tampoco es algo que funcione demasiado por sí sólo. Si funciona es por el contexto en el que te coloca Carlos Vermut.

Haciendo un breve resumen de lo dicho, "Magical Girl" ofrece dos horas de tensión y desprende un magnetismo del que es casi imposible despegarse. El espectador forma parte de la película tanto como cualquiera de los personajes, porque es el quién acaba completando el puzle. Podría haber durado cuatro horas y también se me habrían pasado volando.

De otra forma igualmente envidiable, la película que ha conquistado al público por el momento es "La Sal de la tierra", un documental con el que Win Wenders se ha metido a los asistentes del Zinemaldi en el bolsillo.


 
LA SAL DE LA TIERRA (THE SALT OF THE EARTH)
2014, ALEMANIA.
WIN WENDERS & JULIANO RIBEIRO SALGADO

Desde hace cuarenta años, el fotógrafo Sebastião Salgado recorre los continentes captando la mutación de la humanidad. Testigo de grandes acontecimientos que han marcado nuestra historia reciente: conflictos internacionales, hambruna, éxodos, etc., ahora emprende camino hacia territorios vírgenes con grandiosos paisajes, descubriendo una fauna y una flora silvestres en el marco de un proyecto fotográfico gigantesco, tributo a la belleza del planeta. Su hijo Juliano, quien le acompañó en sus últimas travesías, y Wim Wenders, también fotógrafo, comparten con nosotros su mirada acerca de su vida y su obra.

Lo que sientes a veces cuando descubres una historia de esta envergadura es una mezcla entre envidia y admiración. Tratándose de la vida real de su protagonista, Sebastiao Salgado, narrada por él mismo, cada aventura es más grande y cada dificultad que pasa se dibuja más dura. Es esa sensación diferente a la que sientes cuando sabes que lo que estás viendo es ficción.

La habilidad de Win Wenders reside en saber contar algo que en manos de otra persona podría haber resultado soso y falto de interés, en una historia que entretiene y contada de una forma muy dinámica mediante las fotografías reales del propio Sebastiao, el material rodado por Wenders y los valiosos vídeos que aporta el hijo del protagonista y co-director de la cinta, Juliano Ribeiro Salgado. En todo momento consigue captar y mantener el interés del espectador, mezclando momentos emotivos y personales de la vida del fotógrafo con sus viajes más duros y los momentos más terroríficos, vividos en su mayoría en África. Todo ello está hilado por medio de los libros fotográficos publicados por Sebastiao, que son presentados de forma cronológica, guardándose algunos momentos puntuales para el salto temporal necesario que consiga mantener un buen ritmo.

El público de la presente edición, más que admirar la calidad técnica o narrativa, ha aplaudido y compartido el mensaje que transmite el documental. Durante su vida, Sebastiao vivió en armonía con la naturaleza y dedicó parte de esa vida a cuidarla y a promover la conservación y protección del medio ambiente. Es el ser humano quién debe proteger y cuidar su tierra, porque es el ser humano el elemento más importante de ella. Es el ser humano esa sal de la tierra.

Ese es mensaje más positivo y alentador, pero el documental también ha sabido dibujar el lado oscuro del ser humano, convirtiéndose en una obra de blancos y negros, un documental de contrastes que sabe retratar lo mejor y lo peor del ser humano. Sin duda estamos ante una de esas piezas audiovisuales que aparecen de vez en cuando y que hay que ver, no solo por su calidad sino sobretodo por su mensaje.

Ya va quedando menos del festival, pero aún hay algunas películas que seguro merecerán la pena y lo más emocionante, la entrega de premios y la gala de clausura que tendrá a Benicio del Toro cómo protagonista recibiendo el Premio Donostia por su carrera.


 
Lander Castro.

Festival de San Sebastián Zinemaldia Mejores Películas Parte 1

Festival de San Sebastián Zinemaldia Mejores Películas Parte 2