Llegando la hora de escribir sobre una serie tan icónica como la que nos trae, lo que se me viene a la mente es ¿qué puedo decir ya sobre ella que no se haya dicho antes?
Desde el año 2001, la familia Alcántara ha acompañado nuestras vidas como una constante, si bien las andaduras vitales de sus integrantes han estado repletas de vaivenes, reflejo de la sociedad de la época. ¿De qué época, puesto que ya van por 1983, y empezaron por el 68? Más que referirse a una época, nos tenemos que referir a generaciones. Las tres generaciones principales de los Alcántara, la de los que vivieron la guerra en primera persona, véase el caso de Herminia; la de los que eran unos niños y perdieron la inocencia en la guerra, Antonio y Mercedes mismamente; y los que nacieron después de ella, y solo conocían la falta de libertad de la época, como Toni e Inés. Caso aparte sería Carlitos, auténtico protagonista de la serie, que por edad vivirá unas experiencias distintas a las de sus hermanos, pero visto desde la lejanía temporal, es menester incluirlo en la misma categoría generacional.
Antes de nada, vamos a destripar la teoría que dice que, como Cuéntame siga a este ritmo, algún día la ficción adelantará a la realidad y habrá que inventarse el futuro. Mucha gracia ha hecho esta broma en las redes sociales, pese a ser incorrecta. La serie empezó en 2001, y estamos en 2015, por lo que lleva una andadura de 14 años; mientras que la trama de la serie, como ya he dicho antes, va desde el 68 hasta 1983 (de momento), unos 15 años. Parece que no se adelanta tanto.
Para los que éramos niños al empezar la serie, Cuéntame ha supuesto una constante en nuestras vidas. Daba igual qué estuviese pasando, que ahí iban a estar los Alcántara. Eso es precisamente lo que nos quiere enseñar la serie, la típica familia normal, con problemas típicos de aquella época, que utilizan para contarnos la crónica de cómo sucedió el despertar del tiempo que nos cambió, como bien indica la sintonía de la serie. Aunque, a veces, se han pasado de vivencias, porque digo yo que no es normal que una misma familia esté en todos y cada uno de los follones que haya habido en España desde mayo del 68 hasta la movida madrileña. Supongo que tendrá que ver con la teoría de los seis grados de separación, pero a ver quién es el guapo que me dice qué miembro de la familia Alcántara no ha estado en la cárcel o ha sido agredido por “los grises” (hasta a Herminia le curtieron el lomo, en el episodio en que Mercedes y Antonio volvían de visitar a Inés en París).
Parte de este éxito ha consistido en la labor actoras, casi todos ellos muy comprometidos con el papel que interpretaban, hasta el punto en que hemos llegado a identificar a los actores con los personajes, incluso en los actores más consagrados. Tal es el caso de Imanol Arias, antaño actor almodovariano, que ha llegado a compartir plano con Charlton Heston, pero que hoy en día nadie identifica con otro personaje que no sea el patriarca Antonio Alcántara. Y si hay quien bebe los vientos con películas como Boyhood, por rodar durante tantos años el crecimiento y maduración de una persona, qué decir de Carlitos, al que lleva interpretando ininterrumpidamente Ricardo Gómez desde que tenía siete años hasta los casi veintiuno actuales (aunque con los años ha llegado a dar un poco de coraje el chaval, hay que admitirlo).
Los que provenimos de ciudades pequeñas, o que en su día fueron pequeñas, no podemos sino cerciorarnos que todas esas cosas que nuestros abuelos nos contaban acerca de la vida de la época, de todo lo que se trabajaba, de las habladurías, de la necesidad de casarse para tener hijos, de la unidad familiar, del choque cultural entre pueblo y gran urbe era todo cierto, pero Cuéntame no solo consigue contárnoslo, hace que lo veamos.
Gran parte de ese trabajo es de producción de Televisión Española. A otra cadena de televisión que no fuese pública le resultaría imposible llevar a cabo una ficción como esta. Televisión Española tiene a su favor el hecho de poseer todos los archivos audiovisuales de la época, que sirven para conducir la trama de los acontecimientos históricos más importantes, a veces insertando digitalmente imágenes de alguno de los miembros de la familia Alcántara, tal y como se hizo en películas oscarizadas como JFK o Forrest Gump. También mucho mérito tiene el departamento de documentación de la serie, una de ellas profesora universitaria de un servidor, que llegaban a averiguar incluso qué aviones pasaban por el cielo albaceteño en los años 30, para intentar que hubiese el menor número de fallos posibles en la cronología.
En definitiva, estamos ante una de las mejores ficciones que se han hecho nunca en la televisión nacional, sino la mejor. Puede que no te guste, pero realmente no quieres que los Alcántara dejen de salir en televisión, porque son ya parte de tu vida. Espero sinceramente que siga muchos años más soportando los cambios de gobierno, las crisis económicas, las huelgas, los problemas de salud… al fin y al cabo, es lo que hace la familia Alcántara.
Nota extra: la serie acabará en el momento en que la voz del Carlitos de Ricardo Gómez se solape con la voz de Carlos Hipólito, voz del Carlitos narrador. En ese momento el universo eclosionará o se plegará sobre sí mismo.
Nota extra 2: se puede disfrutar de todos los capítulos de la serie, gratuitamente y en streaming, en www.rtve.es.
Carlos Nieto López
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