Evan Goldberg, Seth Rogen.
Dave Skylark (James Franco), presentador de un conocido programa de entrevistas, y su productor, Aaron Rapoport (Seth Rogen), consiguen una entrevista exclusiva con Kim Jong-Un, dictador de Corea del Norte. Ante tal oportunidad, la CIA les pide un "favorcillo": asesinar a Kim. Pero lo cierto es que Dave y Aaron no son las personas más cualificadas para realizar un magnicidio...
He tenido la ocasión hace poco de ver la última película que ha causado un revuelo considerable debido a su temática. Hace un tiempo saltaba la noticia de que Sony Pictures había sufrido un ciberataque y varias amenazas que provocaron la cancelación del estreno de la película. Un tiempo después y gracias al apoyo de influyentes personalidades estadounidenses, entre ellas el presidente Obama, la cinta ha sido estrenada en más de 300 salas de cine de Estados Unidos.
Obviamente todo este embrollo ha provocado un “hype” enorme
y ha vuelto a demostrar que no hay mejor campaña publicitaria que crear
polémica. Una vez pasado el jaleo, la gente ha podido comprobar que tampoco era
para tanto. “The Interview” en ningún momento se toma en serio a si misma ni
los temas que trata, al igual que ya hicieran estos mismos directores en su
anterior película, “Juerga hasta el fin”, película en la que bromeaban sobre
algunos temas religiosos. Lo que ha sucedido en ambos casos es que han
propuesto un juego y les ha salido redondo. La gente ha picado y el público ha
acudido en masa a las salas de cine a ver la película.
También habrá quien piense que tiene ciertos mensajes a
favor del “malévolo” sistema capitalista que promulga Estados Unidos, que se
trata de una película patriótica y alguna chorrada más que he leído por ahí. Es
una broma y punto. No hay más que ver los cinco primeros minutos de la película
para darse cuenta.
Lo más gracioso es que además de bromear con el argumento de su propia película, los directores y guionistas se ríen de las películas "más serias" de este estilo y llevan a cabo una media hora final todavía más descabellada si cabe que el resto del metraje, con canción de Katy Perry, escenas de acción a cámara lenta y un Kim Jong- Un desatado , interpretado con nota por el aún desconocido Randall Park, que además se guarda la remarcable escena de la épica muerte del líder norcoreano que ya se filtró hace algún tiempo.
En resumen, creo que solo alguien con demasiados prejuicios vería con malos ojos esta película. No es más que una comedia bastante estúpida (en el mejor de los sentidos) y en mi opinión muy divertida, aunque no sea una gran película.
Dejando a un lado las peleas provocadas por ideologías políticas, creo que es un buen ejercicio sentarse a ver como un par de gamberros se han reído de algo que según muchos no deberían haberse reído. A mi me ha hecho gracia y la verdad es que no me siento mal por ello.
Lander Castro.
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