James Marsh.
Narra la relación entre el célebre astrofísico Stephen Hawking y su primera mujer, Jane, en la época en que ambos lucharon contra la enfermedad degenerativa que postró al famoso científico en una silla de ruedas.
Siempre que se realiza una película biográfica sobre un personaje real el director acostumbra a ser extremadamente cuidadoso con el tratamiento y el punto de vista de la historia. Bien puede ser que idealice completamente al personaje, como en el caso de Spielberg y su "Lincoln" o que decida mostrar las partes más oscuras y controvertidas, como Clint Eastwood en "J. Edgar". En el caso que nos ocupa, sin embargo es diferente, ya que la película supuestamente trata sobre Stephen Hawking, pero no es tan importante el como su mujer, Jane, verdadera protagonista de la historia y autora de las memorias en las que se basa el guión.
Por ese motivo el punto de vista de esta historia ya viene condicionado y es por ello bastante más interesante, porque la película no trata sobre el trabajo que ha hecho mundialmente famoso a Hawking, sino sobre esa vida personal que nunca nos habían contado, sobre el día a día de su enfermedad y sobre como esa mujer fue tan importante para que haya podido llegar a ser quién ha sido. Todo esto narrado de una forma delicada y que aunque pueda parecer efectista, funciona. Con una puesta en escena para quitarse el sombrero, una fotografía impresionante y una música que acompaña de manera bastante clasicista la narración, James Marsh demuestra que las buenas historias contadas como se han contado toda la vida, siguen emocionando y cautivando al espectador.
Las interpretaciones de Felicity Jones y Eddie Redmayne, nominados al Oscar, son el mayor punto a favor de la cinta. Ambos sostienen de manera firme y contenida las interpretaciones de dos personajes complejos, consiguiendo que la historia de amor, que es de lo que va la película al fin y al cabo, resulte creíble. Me parecen oportunas las nominaciones a ambos actores y destacaría el papel de Redmayne por su complejidad, pero tampoco hay que dejar a un lado a Felicity Jones ya que consigue emocionar y transmitir al espectador una serie de sentimientos que se van contradiciendo a medida que avanza la película.
Es bastante probable que con el resto de películas y actores nominados este año, se vaya bastante de vacío, aun así y a pesar de que no es una película que pasará a la historia, me ha parecido un biopic bastante digno y una historia de amor y desamor que como en las buenas películas de Hollywood contiene un aroma a cuento que la aleja un poco de la cruda realidad y es que a veces, es mejor alejarse un poco y dejar que te cuenten una historia como te las han contado toda la vida.
Lander Castro.
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