Anthony C. Ferrante.
En el mundo del cine existe un cajón secreto que solo algunos
espectadores se atreven a abrir. Se trata de una serie de películas en las que
los monstruos gigantes, las chicas en bikini y la sangre campan a sus anchas.
Todas estas películas, realizadas sin ningún atisbo de vergüenza, son el colmo
del mal gusto, los giros de guión inverosímiles y los efectos digitales cutres.
En el pasado, la serie B era una especie de vía de escape para algunos realizadores que soñaban con contar historias de extraterrestres o post-apocalípticas, aunque también un contrapunto al resto de películas más “convencionales”. Hoy en día es en gran parte un género cómico, aunque la peli sea de terror, y enormemente paródico. Y ahí es donde entra la productora The Asylum y su mayor éxito hasta la fecha: Sharknado.
Teniendo en cuenta que desde este blog pretendemos acercar
el cine a un público mayoritariamente convencional, entiendo que cuando os
cuente que esta película va de un tornado gigante que asola la costa Los
Ángeles lanzando por los aires a terroríficos tiburones antropófagos sedientos
de sangre, os parezca que es una broma. Pero nada más lejos de la realidad.
Y
con todas las películas de serie B que se han hecho y que se harán, ¿Por qué
Sharknado? Pues porque hace poco tiempo leí la noticia de que Daniel Radcliffe,
el chico que ha interpretado a Harry Potter en la famosa saga, quiere morir
violentamente devorado por un tiburón en la esperada por muchos Sharknado 3.
Aunque os parezca mentira, esta delirante saga se
ha convertido en todo un fenómeno y dicho éxito se lo debe a las redes
sociales, sobre todo a Twitter. Surgida a través de la mezcla de Twister (1996,
Jan de Bont) y Tiburón (1975, Steven Spielberg), esta locura ha conseguido con
su segunda entrega, que se desarrolla esta vez en la ciudad de Nueva York, 3,9
millones de telespectadores convirtiéndose en la película más vista del canal
SyFy. Pero lo que sorprenden son los más de mil millones de comentarios que se
escribieron en Twitter acerca del film. No es de extrañar que ya se esté
preparando una tercera entrega.
Los seguidores de la saga aún tendrán que esperar hasta el
verano que viene para volver a disfrutar con un tornado repleto de tiburones
que asolará quién sabe qué lugar esta vez. Mientras tanto nos quedarán las dos
primeras entregas con sus escenas de acción cada vez más exageradas, sus giros
de guión que harán que cualquier escritor se eche las manos a la cabeza y
sobretodo su capacidad para simplemente entretener al público sin pretender ser
más que una película alocada que solo quiere hacer que el espectador desconecte
y pase un buen rato.
Lander Castro.
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