2014, Francia.
Luc Besson.
Lucy es una mujer obligada a ejercer de mula de drogas y que adquiere poderes sobrenaturales cuando una bolsa de la droga se rompe y los narcóticos entran en contacto con su cuerpo. Entonces, se convierte en una máquina de matar, adquiere una memoria prodigiosa y la velocidad del rayo.
Estamos hartos de ideas potentes y originales que se desarrollan rápido y a desgana y acaban siendo carne de fracaso. Luc Besson, que un día nos regaló la magnífica historia de León el Profesional, decepciona cada vez más con sus últimos trabajos. Y es que el guión de Lucy tiene tantos fallos y lagunas que ni el más asombroso efecto especial logra disimularlo. Porque si algo tiene esta película son grandes efectos visuales que se convierten en una distracción que hace llevadero el film. No obstante, la acción no lo es todo y esta película no tiene trasfondo más allá de lo superficial.
Estamos hartos de ideas potentes y originales que se desarrollan rápido y a desgana y acaban siendo carne de fracaso. Luc Besson, que un día nos regaló la magnífica historia de León el Profesional, decepciona cada vez más con sus últimos trabajos. Y es que el guión de Lucy tiene tantos fallos y lagunas que ni el más asombroso efecto especial logra disimularlo. Porque si algo tiene esta película son grandes efectos visuales que se convierten en una distracción que hace llevadero el film. No obstante, la acción no lo es todo y esta película no tiene trasfondo más allá de lo superficial.
No se puede culpar a Scarlett Johansson que hace lo que puede ante un papel protagonista tan plano. La reclamada actriz actúa correctamente pero no destaca, ya que Lucy no puede dar más de sí. Por otro lado, Morgan Freeman es el típico personaje que se encarga de verbalizar lo que el director quiere que sepa el espectador, como un portavoz, lo cual rebaja mucho la calidad del film.
Otro aspecto espeluznante es la fina línea que separa la ciencia-ficción con el "todo vale porque sí", línea que diferencia una buena película de una mediocre. Es decir, por mucho que el argumento de Lucy se nutra de la ciencia-ficción, es primordial que la película conceda una explicación científica (real o irreal) al espectador, algo que justifique lo que está sucediendo. No es el caso de esta película que contiene unas nefastas explicaciones y que acaba siendo un sin sentido a causa de las múltiples licencias que se concede el director.
Así que tenemos otro suspenso en cartelera que promete en el tráiler más de lo que ofrece.
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