True Detective.

Se acabó la que (tiene pinta) será la mejor serie del 2014. Tras ocho apasionantes episodios que han compuesto esta primera temporada, nos toca reflexionar sobre lo emitido, sobre la historia que Nic Pizzolatto nos ha regalado.

La acción se centra en tres épocas distintas: 1995, 2002 y 2012. En 2012, Rust Cohle y Marty Hart (Matthew McConaughey y Woody Harrelson respectivamente) son dos policías retirados que están siendo entrevistados por los actuales detectives que llevan el caso que aquéllos cerraron en 2002. Según pruebas recientes, la serie de asesinatos que tuvo lugar en 1995 y que ambos resolvieron en 2002 no ha acabado con todos los implicados puesto que en la actualidad ha aparecido otro cadáver con el mismo modus operandi.

A través de estas confesiones en 2012 conocemos de primera mano la relación que tenían Rusty y Marty, cómo empezaron a ser compañeros en la policía, los escarceos amorosos de Marty y la personalidad tan dispar de Rusty.

Nic Pizzolatto nos regala esta joya de primera temporada, que tiene asegurada una segunda que emitirá también HBO. El caso y los protagonistas serán distintos (suena Robert De Niro). Lo único seguro es que nos embelesará, al igual que nos lo ha hecho esta primera temporada llena de guiños de historias de terror, como el "Yellow King", que hace referencia a la obra de Robert Chambers.

Tras ganar el Oscar y el Golden Globe a mejor actor por su papel en la película Dallas Buyers Club, una catástrofe tiene que suceder para que McConaughey no gane por su representación de Rust Cohle el Emmy y el Golden Globe a mejor actor en serie dramática. Se lo podría quitar Woody Harrelson, que aquí hace una interpretación magistral, pero su personaje es más racional, no es tan estridente como el de McConaughey. 

En definitiva, todo aquél que no haya visto ya la nueva joya de HBO está perdiendo el tiempo, y sobre todo si sois amantes de las buenas historias, con magníficas interpretaciones y magistral banda sonora, todo con el sello HBO. 

Francisco M. Pérez.