lunes, 20 de enero de 2014

The Fresh Prince of Bel-Air.

Hoy estrenamos una nueva sección en Chance to Flyy, a la que llamaremos "Back in the 80's and 90's" y en la que hablaremos, por supuesto, de las series de nuestra infancia. Series que vimos, no gracias a emule, ni a megavideo, ni a utorrent, sino a los canales de televisión que tanto odiamos hoy día, esos que a veces, después de media hora de publicidad, recuerdan que están emitiendo un programa.
Y hablaremos hoy de una serie que solía reunir a toda la familia delante del televisor antes del telediario, la protagonizada por Will Smith "El Príncipe de Bel Air" (o como mi abuela la conocía, "La serie de los negritos ricos").
Todo el mundo conoce la serie de la que hablo, en la que un joven Will Smith recorría en taxi todo Estados Unidos desde Philadelphia hasta el barrio de Los Ángeles "Bel-Air" para mudarse con el tío Phil y la tía Viv (menudo cambiazo intentaron hacernos; personalmente me gustaba más la primera tía Vivien, interpretada por Janet Hubert). 



A su llegada, el problemático Will no estaba acostumbrado a la clase de disciplina que se daba en esa casa (Will era el típico joven de la calle, que hablaba de una manera peculiar a la que no estaban acostumbrados en los barrios más adinerados de Los Ángeles) y que con su simpatía y forma de ser fue haciéndose un hueco no sólo en casa del tío Phil (James Avery) sino que fue abriéndose paso en todo el mundo. Por este papel, Will Smith alcanzó fama mundial, antes de que sólo apareciera en televisión en El Hormiguero y para anunciar alguna nueva película post-apocalíptica suya. 
Pero no fue el único que se hizo famoso con este fenómeno de masas. Tres personajes más se encuentran almacenados en la retina de cualquier espectador, y son Tío Phil, el primo Carlton (Alfonso Ribeiro) y el mayordomo Geoffrey (Joseph Marcell). Sus interpretaciones llenaban de golpes el episodio y las tramas de estos tres personajes con Will solían ser desternillantes.
Por mi parte, lo que aprendí con esta serie fue a diferenciar a los actores invitados, puesto que cada vez que aparecía uno en pantalla (véase Jazz) lo ovacionaban con odiosos aplausos enlatados. 
En definitiva, The Fresh Prince of Bel-Air fue una divertida serie que marcó nuestra infancia, y que aún se emite en Neox por la mañana, en el caso de que no tengáis nada mejor que hacer. Y como siempre es bonito ver bailar a Cara-Cartón, aquí os dejo un enlace de cuando conoció a su ídolo Tom Jones:


Francisco M. Pérez.

0 comentarios:

Publicar un comentario