jueves, 9 de enero de 2014

Eastbound & Down

Kenny Powers era una de las peores personas que se podrían cruzar en tu vida. Como pitcher (lanzador de baseball) alcanzó la fama de muy joven gracias a un saque potentísimo que hacía que sus lanzamientos siempre terminaran en strike. Pero la fama y el dinero se le subieron a la cabeza y tras pasar por multitud de equipos en los que nadie lo aguantaba, terminó retirándose por abuso de todo tipo de narcóticos y esteroides. Bajo esta premisa, vuelve a su pueblo natal en Carolina del Norte, a casa de su hermano, que vive con su mujer y tres hijos, y empieza a entrenarse para volver a alcanzar el nivel y la fama que tiempo atrás tuvo.



Hasta aquí, Eastbound & Down (que en español se ha traducido el título como De culo y cuesta abajo) es una comedia normalita, algo gamberra, que uno no cree que pueda llegar a cuatro temporadas (y menos en HBO). Pero esta obra se convierte en genialidad gracias a la actuación de dos de sus protagonistas, Danny McBride y Steve Little. El primero es el protagonista, que sólo piensa en adquirir la fama de nuevo para volver a ese mundo de fiestas, drogas y prostitución del que su mente parece que nunca ha salido, y que gracias a su gesticulación eleva el tono de esta comedia a un punto más soez, justo el que el personaje necesita. Pero lo hace en cualquier momento, ya sea con sus sobrinos o en medio de la clase de Educación Física que imparte mientras intenta volver a lo más alto. Enamorado desde joven de April (Katy Mixon), siempre la ha tenido en mente pero sus malas decisiones han hecho que ella sólo le tenga asco. Por otra parte tenemos a Steve Little, que representa a Steve Janowski, un profesor del mismo instituto de Kenny, que siempre lo ha visto como su héroe. ¿Y quién puede ver como héroe a un pardillo, cateto, sin futuro y del que todo el mundo se ríe porque, a sus casi cuarenta años, aún sigue pensando como un veinteañero? Pues alguien que sea de su misma calaña. Pero Steve, aparte de ser el típico pringado que haría lo que fuese por contentar a su héroe, es una persona con un gran corazón. Lo admira con todo su alma y lo persigue hasta donde haga falta (como muestra, abandona su trabajo y su vida en Carolina del Norte y sigue su rastro hasta México, donde lo encuentra llevando apuestas en peleas de gallos).

Algo que también hace que sea más hilarante es la cantidad de cameos que se dan en la serie, como Ken Marino, Don Johnson (el mítico Sonny Crockett de Corrupción en Miami), Will Ferrell, Craig Robinson, Matthew McConaughey, Adam Scott, Seth Rogen o la mismísima Lindsay Lohan en el papel de hija de Kenny Powers. Una comedia que estoy seguro que os encantará. Al que firma esto le encantó (al mono tuerto que lo escribe no).

Francisco M. Pérez.

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