Un romance secreto entre la princesa Lady Di y el doctor Hasnat Khan, de quien se dice que fue el amor de su vida. Al parecer, Diana conoció a Hasnat en 1995 e iniciaron una relación de unos dos años, tan seria que Diana incluso pensó en convertirse al Islam.
Diana es tan sumamente aburrida como innecesaria. Pasan minutos en los que se retracta a una Diana que quiere ser independiente y comenzar una vida nueva lejos de la realeza. Claramente el objetivo de la película es humanizar a la princesa y convertirla en la víctima de una vida que nunca le fue fácil. No obstante, todo gira en torno a un amor imposible (dada su condición y las consecuencias que comporta) dejando así a un lado todo lo que parece prometer el film en un inicio. Una historia de amor repetitiva y aburrida que carece de interés ya que en ningún momento logra conmover y convencer.
El sin sentido de Diana aumenta hasta llegar a un punto en que ni conoces al personaje ni empatizas con la historia. La protagonista muestra acciones incoherentes que más que halagarla le deja en evidencia ante un espectador que a no sabe que pensar de la princesa. Finalmente se asoma un ápice de ese victimismo que se pretende: el acoso de la prensa que imposibilita que Diana pueda tener la nueva vida que ansía. Pese a esto, se trata solo de unas pequeñas pinceladas que no ayudan a remontar un film más que muerto.
En resumen, resultan sospechosas las intenciones de este biopic que ni dibuja bien a su protagonista ni recrea contexto y entorno adecuado. Es triste que la película que honorifique a un personaje tan reconocido sea de tal calibre y que se nos muestre la parte más humana de Diana de un modo tan torpe y pobre.
Podría tratarse de una película cualquiera con otros personajes no reconocidos ya que no deja de ser una tipiquísima historieta de amor imposible que incluso se queda muy atrás del género. ¿En qué estaba pensando realmente el director?
Alba Guillén.
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