lunes, 18 de noviembre de 2013

Capitán Phillips

2013, Estados Unidos.
Paul Greengrass. 

En aguas internacionales cercanas a Somalia, el buque carguero “Maersk Alabama”, al mando del capitán de la marina mercante estadounidense, Richard Phillips, es retenido por piratas somalíes, siendo el primer barco norteamericano secuestrado en doscientos años.

Capitán Phillips comienza con el típico recurso: mostrar unas escenas del capitán fuera del barco para que el espectador conozca sus miedos y relaciones personales para humanizar al personaje fuera de la etiqueta de capitán y así el espectador pueda cogerle cariño y sufrir por él en los acontecimientos futuros. Una carta bien jugada, al igual que un montaje que muestra al capitán quejándose desde su coche de lo difícil que lo tienen los jóvenes hoy en día y a continuación la verdadera crudeza de los jóvenes de Somalia que se ven obligados a robar para ganar dinero sin más opción. 

Una vez iniciado el atentado que da paso al desarrollo del film, empieza el sufrimiento. Pese a que creía lo contrario, Capitán Phillips logra recrear esa sensación de ahogo y peligro. Pasan de un estado de relajación absoluta a la alteración en tan solo unos minutos. La constante tensión y los nervios están a flor de piel para personajes y espectadores que se adentran en ese barco como un tripulante más. Buen desarrollo de los acontecimientos que no hacen perder la concentración ni un segundo. 

El encuentro y la relación entre el capitán y los piratas somalíes es magistral, un buen reflejo de la diferencia cultural e ideológica y unos perfiles psicológicos bien dibujados. Lo que me sorprende de esta película es que logra que, pese a ser evidente que los antagonistas son los piratas de Somalia, no pinta a nadie como el malo de verdad, sino que te muestra ateniéndose a la triste realidad que esa gente no tiene más porvenir en la vida. ¿Quién tiene la culpa, ellos mismos o las precarias circunstancias de sus vidas? Muy interesante este punto de vista. 

Personalmente creo que la película empeora hacia el desenlace. Capitán Phillips deja de mostrar un hecho de forma transparente para dar paso al sello americano. El subtexto de los últimos minutos es "La marina de los estados Unidos de América lo podemos hacer todo y vamos a salvar a nuestros ciudadanos, por la patria". Es cierto que es necesario hablar del papel de la marina en un caso así pero tal vez deberían ocultar lo orgullosos que están de sí mismos y su país. Agradezco las extraordinarias escenas en la que se sigue viendo el encierro del capitán y la degradación que sufre con las horas y rechazo totalmente las forzadas escenas patrióticas.

He de decir que hacía tiempo que Tom Hanks no se lucía en un papel y por fin ha podido demostrar por qué es un actor tan reconocido, se me había olvidado que era capaz de cambiar la expresión de la cara cuando actúa. 



Y ahora me voy a tomar la libertad de hacer un apunte patriótico personal: Ya que habéis cambiado "Alakrana" por "Alabama" y la nacionalidad española por la americana, no hace falta que tengáis al poca decencia de enseñar la bandera americana cada 2 minutos cuando os habéis apropiado de una realidad que no es vuestra en absoluto.


Alba Guillén.


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