El humor británico ha ido dando giros a lo largo de su historia. Véase los casos de series tan distintas como El Show de Benny Hill y Black Adder, o de incluso Mr. Bean. Pero con la llegada de The Office (2001) de la mano de Ricky Gervais y Stephen Merchant, la comedia inglesa dio un salto de calidad, profundizando en el patetismo del personaje de una manera que no había sido marcada con anterioridad.

El trío protagonista tiene la peculiaridad de no entrar en ningún rango social aceptado, a veces por culpa ajena y otras, por propia. Son los parias del sector audiovisual, que pueden ser sustituidos por un simple cartón.
Esta comedia trata el metacine como muy pocas lo han hecho previamente. En cada episodio, Andy trabaja en una escena para películas de actores de la talla de Ben Stiller, Kate Winslet, Patrick Stewart o Sir IanMcKellen y es verdaderamente curiosa la forma en que se interpretan a sí mismos.
Pero Extras no sólo habla de cine, ni mucho menos. En su esencia, nos cuenta lo difícil que es cargar con el papel de árbol en la función del colegio y lo bien preparado (mentalmente hablando) que uno debe estar para no venirse abajo cuando tu vida sólo te da un revés tras otro.
Porque al final, lo importante, es no ser un extra en tu propia vida.
Francisco M. Pérez.
0 comentarios:
Publicar un comentario