Si encima le pones al lado a un actor completamente versatil, que ha salido bien parado como compañero de Sacha Baron Cohen en Ali G, de Billy Bob Thornton en Fargo, de todo el reparto coral de Love Actually, y capaz de llevar todo el peso de una trilogía tan ambiciosa como es El Hobbit, la ecuación resultante se acerca a la perfección del número áureo. Ese actor es Martin Freeman, el eterno pringado que siempre tiene algo que decir.
El problema es que si tienes algo que decirle al mismísimo Sherlock Holmes moderno, maniático, respondón, maleducado, irreverente, asperger, ex-drogadicto, y a fin de cuentas y como él mismo se define, un sociópata bien integrado, posiblemente te encuentres con una réplica hiriente.
La serie traslada las historias y personajes de los libros creados por Arthur Conan Doyle al Londres actual, con toda su tecnología y parafernalia. El Dr. Watson escribe las historias en un blog, que hace famoso a su compañero de piso, un Sherlock Holmes más carismático que nunca (superando incluso al mismísimo Robert Downey Jr., Iron Man vs Dr. Strange en la fase 3 de Marvel), que es capaz de traspasar contraseñas de ordenador, mandar wassaps a todos los asistentes de una rueda de prensa y saber todos los detalles de un asesinato mirando un gps.
A lo largo de las tres temporadas de esta miniserie, vamos descubriendo a Sherlock Holmes a través de John Watson, llegando a adentrarse la tercera temporada en los procesos mentales deductivos de éste.
Las únicas personas tan inteligentes con Sherlock Holmes son su repugnante hermano Mycroft; el magnate Charles Augustus Magnussen, único hombre al que Sherlock ha sido capaz de odiar; y el gran Moriarty, histriónico, mentiroso y con alma de super estrella, admirado y perseguido a partes iguales por Holmes. El resto de personajes son meras comparsas con las que Holmes no dudará en jugar, manejar, engañar, robar o incluso poner sus vidas en peligro con tal de conseguir lo que quiere.
La serie consta de tres temporadas cortas, con tres capítulos de hora y media de duración cada una. Eso lo hace muy fácil de ver, pero lo que en otras series es una ventaja, en esta no lo es, porque queremos más Sherlock, más Watson y, a fin de cuentas, más Benedict Cumberbatch y más Martin Freeman.
Carlos Nieto Lopez
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