Big Eyes

Tim Burton.
2014, Estados Unidos. 

Biografía real de Margaret y Walter Keane que en los años 50 y 60 tuvieron un éxito enorme gracias a unos cuadros que representaban niños de grandes ojos. La autora era Margaret, pero los firmaba Walter, su marido...

Tim Burton vuelve a cartelera con una película que se aleja de su peculiar sello oscuro y fantástico para dar paso a un estilo más realista. No obstante, se puede entrever su marca personal gracias a la voz en off que acompaña a la historia, técnica que ha utilizado en películas anteriores como Charlie y la fábrica de chocolate y que consigue el efecto de fábula infantil.

Burton cuenta la historia de una joven pintora con sencillez y suma transparencia, rodeado de colores vivos y un ritmo relajado que la convierte en una película ligera pero llena de sentimiento y fuerza. Los dos grandes actores principales —Amy Adams (La gran estafa americana, Her) y Christoph Waltz (Malditos Bastardos, Un Dios Salvaje),— ayudan a amenizar los minutos gracias a unas muy buenas actuaciones que consiguen tanto momentos cómicos como dramáticos. 

La historia, alejada de pretensiones y falsas expectativas, no decae en ningún momento y mantiene al espectador deseoso de saber cómo se desencadenarán los hechos. Burton consigue rendir homenaje a la gran pintora con simple honestidad y con un resultado muy positivo —que no brillante— que arranca más de una sonrisa.

Una rebelión contra los que afirman que Tim Burton se ha quedado estancado en un mundo lleno de monstruos y el regreso a un pasado donde dirigió la gran Ed Wood, biografía que se asemeja en estilo a esta última. No obstante, los incondicionales del mundo Burton lo echarán de menos en Big Eyes, pero volverá, y más ahora que sabemos que está preparando la segunda entrega de Bitelchús.

Alba Guillén.