Twin Peaks y su regreso

El primer episodio de emitió hace 24 años, aunque tras 30 episodios se detuvo su emisión. Este 6 de octubre, el propio David Lynch anunció que su mítica serie estaba a punto de volver.



“Dios bendito, es Laura…”. Y con esta frase empezó todo. No es la primera frase que se menciona en Twin Peaks, pero es a partir de la cual cambian las vidas de los habitantes de un tranquilo pueblo del estado de Washington, del agente del FBI encargado del asesinato, y la de la televisión.

Admito que mi primera aproximación a Twin Peaks no fue la más conveniente. Aún en mi adolescencia y con la curiosidad cinematográfica en ebullición, acababa de descubrir el universo de David Lynch con varias películas, alguna de las cuales quedaría grabada en mi cabeza ad eternum. 

Un día adquirí la película “Twin Peak, Fuego Camina Conmigo” y, pese a conocer la existencia de la serie, decidí verla antes. Esa película en cuestión trata de esclarecer los acontecimientos que rodean los últimos días de la vida de Laura Palmer y cerrar algunas tramas que habían quedado abiertas al concluir la serie de manera precipitada. Todo esto significa una cosa: cuando decidí ver Twin Peaks, en mis primeros años universitarios, ya sabía quién mató a Laura Palmer. Para pegarse cabezazos contra las paredes.

Pese a ello, y sabiendo de la importancia que había tenido en la historia de la televisión, iba a verla. No pude hacer cosa mejor. El piloto, dirigido por Lynch y de hora y media de duración, es una maravilla, empezando por una de las cosas que más comentamos los fans: la banda sonora de Angelo Badalamenti. Realmente es una sola pieza que acompaña a la serie desde su principio hasta el final, pero con la virtud de virar de lo emotivo a lo cotidiano, pasando por lo misterioso, lo peligroso o, sobretodo, lo turbio. La serie sirvió como bisagra para abrir la puerta a toda una generación que vino después, conocida como la edad de oro de las series de TV. Sin Twin Peaks no hubieses existido Los Soprano, Lost o Breaking Bad. Supo tomar todos los elementos de las series policiacas para unirlos con otro género muy distante, como los soap opera (que en los 80 lo habían petado, con “Dinastía” o “Falcon Crest”) y entregarnos los elementos más atrayentes de cada uno.

Es Twin Peaks el pueblo perfecto de América, lleno de gente amable, en el que todo el mundo se conoce y donde te puedes sentar a tomar una rica porción de tarta de cereza. Pero también es un pueblo donde todos tienen un secreto, no te puedes fiar de nadie y está lleno de peligros. ¿Quién era Laura Palmer en este pueblo? Laura Palmer era Twin Peaks. Tenía todo lo bueno y todo lo malo. Buena chica, adorable, caritativa, con su mejor amiga y su novio… Mala influencia, drogadicta, con amante(s), prostituta a tiempo parcial… ¿Qué mitad fue la que acabó con su vida? Difícil de decir.
El final de la serie se vio precipitado porque los productores exigieron a Lynch dar de una vez el nombre del asesino de Laura. Lo hizo a mitad de la segunda y, de momento, última temporada. Ahí los datos de audiencia cayeron, pese a que Lynch decidió continuar con la trama de las Logias, que, se supone, es lo que dará continuación a la serie.

Porque en un capítulo de la segunda temporada, en 1991, en “la habitación roja”, Laura Palmer le dice al agente Cooper “Te veré dentro de 25 años…” y en 2016, volveremos a verla. David Lynch ha confirmado el regreso de la serie con nueve capítulos que él mismo dirigirá, y en cuyos guiones trabaja con Mark Frost, co-creador de la serie. Apenas se han desvelado detalles sobre la trama, pero lo que sí sabemos es que se desarrollarán en la época actual. No sabemos si contará con la presencia de Sheryl Lee, Lara Flynn Boyle (quién ya se bajó del carro en la película) o Kyle MacLachlan (que tiene toda la pinta de que va a ser uno de los bosses de la segunda temporada de Agents of S.H.I.E.L.D.).

En este momento la sensación que causa la vuelta de Twin Peaks varía mucho, según quién se pronuncie. Los hay ilusionados, por el regreso de un pedazo de serie; los hay curiosos, que no conocen la original más que de oídas y están dispuestos a ver ambas; los hay escépticos, pensando que otra vez los productores prefieren coger algo que funcione antes que arriesgarse a innovar; o los hay que, como yo, tenemos miedito de que cojan algo casi perfecto y la acaben liando (por decir algo suave), aunque contamos con que David Lynch siga siendo él mismo y no nos falle a todos los fans de la serie que cambió la televisión para siempre.

Carlos Nieto López