Las Brujas toman el control
Cuando se lleva a cabo la elaboración de una biblia para una serie de televisión, hay ciertos aspectos a tener en cuenta como las tramas, personajes o los sets de rodaje. Cuando una serie se renueva para una segunda temporada, es necesario realizar otra biblia, en la que incluimos, entre otros detalles, tramas nuevas y progresión de antiguos personajes, con los cambios que hayan demostrado adquirir con anterioridad. Pero de vez en cuando, hay canales como FX que confían en los autores, y les permiten cambiar absolutamente todo de una temporada a otra, empezando desde cero con protagonistas completamente distintos en ambientaciones diversas.
Es el caso de la grandísima American Horror Story, que tras una primera temporada ambientada en una casa encantada, y una segunda que tuvo lugar en un manicomio, la tercera temporada de esta exitosa serie terrorífica (titulada American Horror Story: Coven) nos lleva a una escuela de brujas (nada que ver con Hogwarts) regentada por Cordelia Foxx (interpretada por la ya habitual Sarah Paulson), una bruja que intenta enseñar a sus discípulas a controlar sus sentimientos y a no acudir a la magia siempre que se enfrenten a un conflicto. Frente a ella tenemos a su madre Fiona Goode (Jessica Lange, tan majestuosa como nos tiene acostumbrados) una bruja que ansía adquirir el poder de la eterna juventud que es propensa a utilizar la magia siempre que sea necesario.
El alumnado lo componen la viuda negra Zoe Benson (Taissa Farmiga), la actriz psicoquinética Madison (Emma Roberts), la muñeca vudú humana Queenie (Gabourey Sidibe) y la lectora de mentes Nan (Jamie Brewer).
Mención especial merece la grandísima actriz Kathy Bates, que interpreta a la inmortal Madamme Delphine LaLaurie, una bruja conversa que en el siglo XVIII realizaba experimentos con humanos y animales. Esta temporada promete un duelo Bates-Lange, calidad interpretativa de primer nivel.
Las tramas y trampolines lanzados en el primer episodio de esta tercera temporada hacen que me incline a pensar que va a ser la mejor de las tres, siempre y cuando lo que se ha prometido se lleve bien a cabo, algo que no me cabe la menor duda puesto que Ryan Murphy y Brad Falchuk se siguen dedicando personalmente a la elaboración del guión.
Así que si no has visto las dos primeras temporadas porque no te atraen las casas encantadas y el miedo que se sufre al habitar un hospital psiquiátrico te supera, no te lo pienses. El aquelarre te guiará por el buen mal camino.
Francisco M. Pérez.
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