Ayer Lunes 14 en la cartelera del Festival de Sitges hubieron grandes títulos como Monsoon Shootout, We are what we are y Coherence.
La gran sorpresa fue Possession que arrastró a gran parte del público a abandonar la sala a causa de la decepción e indignación que provocó a los espectadores.
Desde Chance To Flyy os vamos a hablar de dos films que están causando revuelo entre el público:
The World's End.
2013, Reino Unido.
Edgar Wright.
The World's End es la película más madura de la trilogía de Edgar Wright sin dejar de ser una comedia gamberra y disparatada.

Película que empieza muy fuerte gracias a unos divertidísimos diálogos y a la brillante actuación de Simon Pegg que encarna a un alocado y excéntrico cuarentón que resulta ser la estrella de la película. No obstante, The World's End sufre un giro de 180 grados antes de llegar a la mitad de la película y en mi opinión pierde chispa y encanto. La comedia naturalista da paso a una comedia de ciencia ficción para un público más selecto. No obstante, el director trata de dar un mensaje tras toda una disparatada lucha de monstruos que habla de la nostalgia, la imperfección del ser humano y del miedo a avanzar a la par del miedo a saltarse las normas de tanto en tanto.
Es divertida y ligera pero algo densa al final que empieza a antojarse repetitivo y alcanza un punto de surrealismo extremo. Pese a todo ha gustado en general al público de Sitges y ha conseguido hacer pasar un buen rato frente la pantalla. Con The World's End la risa está más que asegurada.
The Call.
2013, Estados Unidos.
Brad Anderson.
The Call es un inquietante thriller que cuenta la historia de una operadora telefónica de la línea del 911 de la policía que deberá enfrentarse a sus propios temores para intentar salvar la vida de una joven secuestrada en el maletero de un asesino en serie.

Un perfecto reflejo de algo desgraciadamente real a través de unos personajes muy bien dibujados con perfiles muy interesantes como es el caso del psicópata que como suele pasar siempre, el director se encarga de darnos una explicación de su patología asesina.
Toda la trama desencadena en un final fuera de lo convencional y de lo políticamente correcto en varias películas de Hollywood que arrancó el aplauso de toda la sala.
Alba Guillén.
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