jueves, 20 de noviembre de 2014

Las escenas de sexo más ridículas del cine

Cierto es que una buena escena de sexo despierta "el ánimo" del espectador además de añadir pasión y/o dramatismo a la historia. No obstante, es innegable que siempre se ha abusado de esta técnica para dar paso a escenas totalmente gratuitas, vulgares o, como hablaremos en este caso, tristes y cursis-que encienden más carcajadas que otra cosa. Veamos algún ejemplo:


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Empecemos por la serie Bates Motel. El joven actor principal-además de regalar una actuación bastante mediocre- protagoniza una cursi escena que pretende ser empalagosamente amorosa-sexual. Un filtro azulado de los años 70, música que parece salir de una telenovela venezolana, sábanas blancas volando al son de un viento imaginario y un montaje que tan solo muestra unas sonrisas virginales. Todo bastante irónico para tratarse de una escena "sexual" y demasiado carameloso para formar parte de una serie de supuesto terror.


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Continuemos con la película italiana Shoot'Em Up donde la cotizada Monica Bellucci se entrega en cuerpo y alma a su amante. Tanto es así que ni se inmuta cuando éste es atacado despiadadamente con un arma de fuego, ¿y para qué? si su hombre es tan polifacético que es capaz de matar a los malos y seguir dándole lo suyo con un estilazo que ni James Bond. Tener relaciones sexuales en pleno tiroteo y llegar al clímax justo cuando se asesina al último villano, ¡eso si que es realista! No os perdáis el vídeo.



Crepúsculo juega en otra liga. La primera parte de la última entrega es insufrible de principio a fin. La trama gira en torno a la primera vez de la protagonista y sus respectivos preparativos: depilarse, estar guapa, respirar profundamente... Eso sí, ¡ después del matrimonio! La cuestión es que después de 45 minutos dándole vueltas al tema, la escena acaba siendo tan cutre como su preliminar, y es que tan sólo se ve una posición de misionero al más puro estilo puritano y una como siempre "super-expresiva" Kristen Stewart que no deja claro si está copulando o repasando la lista de la compra.




Mucho más apasionados son los habitantes de Pandora que nos muestran en Avatar cómo se hace de verdad. James Cameron, tras grabar la mítica escena hot en el coche de Titanic, nos trae una extraño acto zoofilico con música celestial de fondo y una muy "original" cámara lenta. No parece importar el hecho de que están cometiendo escándalo público en medio de la selva, total, nunca llevan ropa...


Y por último, el más reciente ejemplo de película para pre-adolescentes sin experiencia y sin demasiada sangre en el cerebro. Si decido quedarme cumple todos los tópicos de romance peliculero y muestra también lo que jamás se debe hacer en una primera experiencia sexual.  Para empezar, la protagonista confiesa su virginidad cuando el chico empieza a calentarse (mal!), pero el colmo llega cuando él inicia un discurso sobre música como técnica de seducción. De algo así no puede salir nada bueno. Efectivamente, tras una gran fantasmada de artista bohemio, se estiran en la cama y... ¡nada! Elipsis de tiempo. Esperemos que a nadie le haya dado un infarto al ver esta "atrevida" escena.



En conclusión, ni tanto ni tan poco, ni tan apasionado ni tan pulcro, cada escena debe tener un objetivo, y si el objetivo es subir la temperatura, este no es el camino, pero gracias por las risas proporcionadas.

Alba Guillén.

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