Interstellar: Lo que pudo ser y lo que ha sido

2014, Estados Unidos.
Christopher Nolan.

Al ver que la vida en la Tierra está llegando a su fin, un grupo de exploradores liderados por el piloto Cooper (McConaughey) y la científica Amelia (Hathaway) se embarca en la que puede ser la misión más importante de la historia de la humanidad y emprenden un viaje más allá de nuestra galaxia en el que descubrirán si las estrellas pueden albergar el futuro de la raza humana. 

Los tiempos, los espectadores e incluso las formas de consumir cine están cambiando mucho y eso es algo que en ocasiones pilla desprevenidos a viejos maestros como Robert Zemeckis (Regreso al futuro) que después de su largo romance con las películas de animación digital nos trajo “El Vuelo”, película que nadie recuerda, pero que se trataba de un ejercicio narrativo para quitarse el sombrero. Al igual que él, otro de los más grandes, Steven Spielberg, sigue o bien intentando atraer a nuevos espectadores con viejos iconos como Indiana Jones o bien contando sus historias de siempre (War Horse). Lo mismo sucede por ejemplo con otro maestro como Clint Eastwood.

A los que crecimos viendo Jurassic Park, Regreso al futuro, Indiana Jones etc. nos puede parecer triste, pero las cosas siempre cambian y hay que aceptarlo. Quizás sea Spielberg el que más haya intentando llegar a un acuerdo entre su viejo estilo Amblin y los tiempos modernos, la mayoría de veces en la parte de producción. Dejando a un lado homenajes puntuales como “Super 8”, uno de los directores más exitosos del siglo XX, se ha dedicado en los últimos años a poner su dinero en distintas producciones televisivas, que han pasado casi siempre sin pena ni gloria, y en películas que actualmente generan dinero como Transformers. Pero ya nada es lo que era y quizás esa fue una de las razones por las que decidió legar “Interstellar” a uno de los nuevos directores exitosos, Christopher Nolan, para decantarse por historias de corte clásico como “Tintin: El secreto del unicornio” y “War Horse”. En pocas palabras, a veces da la impresión de que estos viejos maestros ya no saben qué hacer.

Por su parte Christopher Nolan si ha sabido que hacer y ha sido valiente en mi opinión al encarar un proyecto de esta magnitud. En un principio la película iba a ser algo mucho más denso, sólo centrado en la ciencia y difícil de seguir para la mayoría del público. En algunos momentos incluso se barajó la posibilidad de que la película fuese de animación. Todas estas ideas fueron descartadas y sin abandonar del todo la parte científica, la historia empezó a adquirir un cariz más humano y a simplificarlo todo, haciéndolo más atractivo para el público en general. Nolan nunca deja de lado un cierto recuerdo a esas películas que nos hicieron soñar de niños, aunque su lenguaje es muy diferente al de aquellos directores, pero hay algo de ese espíritu que aún permanece afortunadamente. Puede que la baza emocional que juega la película sea lo que más recuerde a ese estilo de películas Amblin, siempre centradas en las emociones más universales.

Las interpretaciones funcionan a la perfección y hay que tener muy en cuenta de ahora en adelante a Mackenzie Foy, la niña que interpreta a la joven Murph, porque es bastante probable que tenga una carrera interesante por delante. Por su parte, Matthew McConaughey y Anne Hathaway se erigen como las estrellas de la película, aunque Jessica Chastain, Matt Damon y el resto del elenco llevan a cabo interpretaciones muy notables. La verdad es que no hay una interpretación que chirríe y son los personajes los que consiguen hacer que esta historia aparentemente complicada y llena de teorías científicas se centre en las emociones y en cuestiones universales que todos podamos entender de una forma sencilla. Seguramente el mismo camino hubiese seguido Spielberg, ya que “Interstellar” se trata de una historia humana ante todo.

Otro aspecto interesante de la cinta, son sus referencias a grandes películas galácticas. Es imposible alejarse de la sombra de “2001: Odisea en el espacio” de Kubrick, la película intergaláctica por excelencia, aunque por su parte, Kubrick llevase a cabo una historia más farragosa y de mayores proporciones. Otra referencia interesante sería “Contact” del mencionado arriba Robert Zemeckis. En el caso de “Contact” nos encontrábamos con una idea muy similar a la que tiene “Interstellar”, ya que se trataba sobre las emociones del ser humano y nos contaba una historia de corte galáctico, además de centrarse en la relación de una hija con su padre, al igual que en la película que comentamos hoy. Siendo estas dos las películas que más han influenciado a “Interstellar”, Nolan se guarda algunos guiños a películas no tan conocidas, como “Horizonte Final” de Paul W.S. Anderson.

Por otra parte, dejando a un lado la historia, los personajes y las referencias a otras películas y épocas, hay que decir que "Interstellar" se trata de un prodigio visual llena de secuencias que permanecen en la memoria, como esos viajes a través de los agujeros de gusano, que son simplemente impresionantes. La atmósfera que consigue Nolan te atrapa, te hipnotiza y hace que te sientas flotando en medio del espacio al igual que los protagonistas del film.

Es imposible decir que “Interstellar” hubiese podido ser mejor. Ni mejor ni peor, al fin y al cabo es lo que es y los seguidores de Nolan la amaran y probablemente alabarán como una de las mejores del británico hasta la fecha. Imaginar como hubiese sido si la hubiese dirigido Steven Speilbrg no sirve de nada y tampoco se podría asegurar un resultado mejor. Os guste o no Nolan, esta es una de esas películas que hay que ver, de esas películas de ciencia-ficción que no se ven todos los días. Dejemos por un momento a un lado a los superhéroes y a las sagas adolescentes y viajemos con los tripulantes de la nave Ranger. Sin duda merece la pena.

Lander Castro.