Biopic sobre el matemático británico Alan Turing, famoso por haber descifrado los códigos secretos nazis contenidos en la máquina Enigma, lo cual determinó el devenir de la II Guerra Mundial (1939-1945) en favor de los Aliados. Lejos de ser admirado como un héroe, Turing fue acusado y juzgado por su condición de homosexual en 1952.
El éxito de esta película tiene nombre y apellido: Benedict Cumberbatch. Este actor nos demuestra una vez más su talento a través de un joven con un mundo interior lleno de complejidades que transmite de forma transparente y rozando la perfección. Su compañera en pantalla, Keira Knightley, tampoco se queda muy atrás gracias a esa sencillez interpretativa que la hace única. No obstante, el protagonista eclipsaría a cualquiera en estae metraje.
El argumento es sólido y no decae en ningún momento, consiguiendo un maravilloso suspense alejado de sensacionalismos baratos. Ciencia y humanidad se entrelazan para dar lugar a un thiller que está dando mucho que hablar. Además, el hecho de que se trate de un biopic es sin duda un punto fuerte que atrae a la masa, pero es la fuerza del guión lo que prevalece y brilla con luz propia.
The Imitation Game se construye de emociones que van mucho más allá de las que el propio tema nazi crea de por sí. Narra desde un punto de vista diferente al que nos suelen ofrecer pero sin alejarse de la triste realidad de siempre. Película que comparte temática y cartelera con la también peso pesado Corazones de acero, llevándose esta primera mejores elogios.
Mientras exista Hollywood y sus enorme masa judía, seguirán existiendo películas de la Segunda Guerra Mundial, pero no todas consiguen hacer historia. Ésta, sin duda, se suma a la lista de joyas del nazismo que dispone de muchos puntos de convertirse, con los años, en una película de culto.
Alba Guillén
Alba Guillén
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