jueves, 15 de enero de 2015

Black Mirror: White Christmas


Asisto perplejo al final del episodio especial de navidad de Black Mirror y lo único que pienso es en una comida de navidad en la que la posterior discusión/coloquio se les ha ido de las manos.
Matt y Joe están en una cabaña desde hace cinco años y casi ni se conocen, así que Matt decide preparar una comida navideña y conocerse mejor, y contar cómo acabaron ahí. Lógicamente, y tratándose de una serie tan desazonadora como es Black Mirror, no todo es tan sencillo. Matt aconsejaba a individuos con poca vida social durante sus citas, viéndolas a través de los “Ojos-Z” del otro individuo, organizando un grupo de personas que también lo veían todo y que se prestaban a que les viesen también en sus citas. Los “Ojos-Z” son una especie de implante que hace que veas la vida como si de una red social se tratase, pudiendo incluso bloquear a la gente en la vida real, viéndolos difusos y no pudiendo oírles. El verdadero trabajo de Matt es copiar la consciencia de personas, para luego extraerlas y meterlas en una especie de organizador de hogar, para que lleve las funciones de la casa exactamente como a su dueño le gusta. Para que la consciencia artificial obedezca, Matt suele llegar a la tortura mental. Joe, por su parte, tuvo problemas con su mujer y con el padre de esta.

Al ver cómo evolucionan las tramas, divididas en varias partes, te va dando más y más miedo ese primo tuyo que a la mesa de nochebuena no se separa del Smartphone en ningún momento. ¿Cómo sería el mundo si nuestra vida se transformase en una gran red social? Podemos bloquear a gente tal y como hacemos en Facebook, pero con unas consecuencias mucho más terribles, que podrían hacer enloquecer a la gente. No pensamos muy bien en lo que hacemos cuando privamos a un ser querido de poder ver nuestra imagen o hablarnos, y la normalización de ese hecho podría deshumanizarnos. Por otro lado, ese grupo de mirones, cual grupo de colegotes del wasap, pudiendo ver todo lo que pasa en una cita tuya, debido a los “Ojos-Z”.
Curioso el concepto de los “Ojos-Z”. Ya había mostrado algo parecido Black Mirror en el que muchos dicen es su mejor capítulo, “Tu Historia Completa”. No se explica su origen, solo nos dice que todo el mundo tiene unos. ¿Tan lejos ve llegando las redes sociales en un futuro a corto plazo?
El guión está bien construido, dejando muchas preguntas en el aire que hacen avanzar la trama, muy bien estructurada. Las preguntas van resolviéndose una tras otra a lo largo del capítulo, de algo más de hora y cuarto de duración. Muy bien los actores protagonistas, con ese cínico Jon Hamm y ese torturado Rafe Spall. No pierdes el interés en la trama en ningún momento, y siendo tan largo el episodio, es mucho decir. Sabe mantener la intriga y la tensión en todo momento, debido a las preguntas bien planteadas desde la primera escena.
Black Mirror sigue sin dejarnos indiferentes, atacando a las redes sociales que nos muestran nuestras “amistades” en una época, como la navidad, en la que más que nunca se nos muestra que esas amistades en la red no son tan importantes.
La resolución con sorpresa final puede ser un poco simple, pero las consecuencias de ese final hacia uno de los personajes nos angustiará como solo Black Mirror sabe hacerlo.



CARLOS NIETO LÓPEZ

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