Babadook

2014, Australia.
Jennifer Kent.

Seis años después de la violenta muerte de su marido, Amelia (Essie Davis) no se ha recuperado todavía, pero tiene que educar a Samuel (Noah Wiseman), su hijo de seis años, que vive aterrorizado por un monstruo que se le aparece en sueños y amenaza con matarlos. Cuando un inquietante libro de cuentos llamado “The Babadook” aparece en su casa, Samuel llega al convencimiento de que el Babadook es la criatura con la que ha estado soñando. Entonces sus alucinaciones se hacen incontrolables y su conducta, impredecible y violenta. Amelia, cada vez más asustada, se ve forzada a medicarle. Pero, de repente, empieza a sentir a su alrededor una presencia siniestra que la lleva a pensar que los temores de su hijo podrían ser reales. 

Desde Australia llega esta película de la mano de la directora Jennifer Kent, antigua actriz de cine y televisión, que tras perder el interés en la interpretación decidió probar suerte como directora. Entusiasmada con el trabajo del director danés Lars Von Trier en “Bailar en la Oscuridad”, le escribió personalmente preguntándole si era posible recibir clases directamente de él ya que la idea de ir a una escuela de cine no le seducía demasiado. Von Trier le propuso que acudiese a su rodaje de “Dogville” como asistente de dirección para así poder aprender de primera mano lo que era la realización de un film. Gracias a los conocimientos adquiridos en dicho rodaje se lanzó a la realización de su primer cortometraje titulado “Monster” y rodado en 2005. Han tenido que pasar nueve largos años, pero por fin ha conseguido debutar en el largometraje, utilizando el mencionado cortometraje como base para su película “The Babadook”.

Una de las cosas más interesantes de este debut es la profundidad psicológica de sus personajes y de la trama humana que sostiene la película. Estamos ante una película de terror y monstruos y hay terror y monstruos, pero como en otras grandes películas de corte fantástico, creo que esto ha funcionado bien gracias a la buena gestión de las emociones que hace Jennifer Kent. De igual manera se podría decir que toda la trama fantástica de la película funciona como una metáfora de algo más. No estamos ante un simple monstruo que aparece y siembra el terror, hay algo que da mucho más miedo y que proviene del interior de la mente de los protagonistas. Muchas otras veces se han utilizado a los monstruos, los zombis, los extraterrestres y otros seres fantásticos para contar historias sobre los miedos, las preocupaciones y en resumen, sobre las emociones del ser humano. No todas esas veces el resultado ha sido tan acertado como lo es en esta cinta.

Otro de los motivos por los que la película aterroriza es por la habilidad de la directora para crear una atmósfera. William Friedkin, uno de los directores, que en su momento consiguió llevar a cabo una de las películas que más terror han causado a lo largo de la historia, “El Exorcista”, ha afirmado que “The Babadook” es la película más aterradora que ha visto jamás. No es casualidad que esta debutante directora haya conseguido conectar con el director americano, quién en su momento ya hizo hincapié en la importancia de crear una buena atmósfera cuando se trata de contar una historia de terror, algo tan sencillo de entender como que si cuentas una historia de terror siempre funcionará mejor en medio de un bosque y por la noche que en una playa del Caribe tomando el sol a las cinco de la tarde. La directora sabe muy bien eso y con una intensidad que va en aumento, poco a poco va introduciendo al espectador en un mundo oscuro y terrorífico del que no podrá salir fácilmente.

Mención aparte merece la poderosa interpretación de Essie Davis, que da vida a la protagonista del film, una mujer con una tremenda carga psicológica y llena de dolor y contradicciones. Es ella quién eclipsa al resto del reparto, aunque también hay que decir que tiene absolutamente todas las escenas de la película. Un trabajo difícil pero que supera con nota.

Es muy beneficioso para los fans del cine de terror descubrir nuevas películas repletas de intención y amor por el género, películas que no recurren a mecanismos facilones para asustar al espectador sin nada que contar realmente. La grandeza de una película como esta es que es recomendable no solo para los fans del género, sino para otro público no tan acostumbrado a estas películas, porque como muchas de las buenas películas de terror no es solo una película de terror.

Lander Castro.