Sex Tape

2014, Estados Unidos.
Jake Kasdan.

Cuando Jay y Annie comenzaron su relación, la atracción entre ambos era muy intensa. Diez años y dos hijos después, se dan cuenta de que hay que reavivar la llama de la pasión. Deciden entonces grabarse en vídeo mientras mantienen una maratoniana sesión sexual de tres horas. El problema surge cuando descubren que el vídeo ha sido enviado por error a sus amigos y familiares.

Comedia tan macabra como promete el tráiler, no obstante no consigue arrancar ni la mitad de risas esperadas. Los diálogos son forzados y como consecuencia los gags surgen de manera antinatural por lo que se respira  una desesperada necesidad de hacer gracia con el mínimo esfuerzo.

¿Qué se puede esperar de una idea que de entrada se repite hasta la saciedad? Tampoco se puede decir que las bromas sean muy célebres. Incluso tratándose de una premisa tan comercial y atrayente como es el sexo, la película decae desde la presentación. Hasta uno se cansa de la pasarela de culos que ofrecen Cameron Diaz y Jason Segel como un intento de nuevo desesperado por llamar la atención del espectador. 

Pero lo mejor de toda la película es el inicio donde se presenta a unos protagonistas más bien cuarentones representando a unos adolescentes de instituto, grandioso- nótese la ironía. Pero peor aún resulta el momento mágico hollywoodense que intenta sacar una moraleja hasta de la película más banal. Y no lo hace sutilmente no, sino verbalizándola alto y claro a través de un personaje random al que solo le faltan las gafas y la pizarra de profesor. 

Otro asunto inquietante es la sobreactuación de Jason Segel que una vez más demuestra que no sabe hacer otro papel que no sea el de hombre rudo y pardillo obsesionado con el sexo. El ex actor de Cómo Conocí a Vuestra Madre se queda estancado en un personaje que ya hemos visto millones de veces y empieza a cansar. 

Esta torpe comedia parece no haber convencido ni siquiera a los fans del género que esperaban de esta pareja mucho más.

Alba Guillén.