Matt Reeves.
Un grupo de simios evolucionados genéticamente, capitaneados por Cesar, se convierte en la raza dominante del planeta tierra. Su única amenaza de crecimiento es un grupo de humanos que han sobrevivido a un virus devastador desatado en la década anterior. Ambas razas han conseguido obtener una tregua de paz, que se verá rota cuando ambas partes se sitúan al borde de una guerra que determinará quién será la raza dominante en la Tierra.
Secuela de la película "El origen del planeta de los simios". Andy Serkis vuelve a interpretar al papel de Cesar.
Cuando
hace tres años se estrenó “El origen del planeta de los simios” eran muy pocos los
optimistas que esperaban el éxito que finalmente resultó ser. La película
dirigida por Rupert Wyatt sorprendió a propios y extraños ofreciendo un más que
digno entretenimiento con cierto trasfondo idealista, donde los efectos
especiales estaban al servicio de un buen guion que, en lugar de optar por la
vía fácil del remake, se dedicaba a ampliar
el universo de la mítica “El Planeta de los simios”, viajando a sus orígenes.
En
“El amanecer del planeta de los simios” la acción transcurre diez años después.
Un virus ha arrasado con la mayor parte de la población humana y son los
simios, liderados por el inteligente César, la raza reinante en La Tierra.
Viven en armonía con la naturaleza, desarrollando su lenguaje y adquiriendo
nuevos conocimientos, mientras que los pocos supervivientes humanos malviven
escondidos en pequeñas colonias. Todo cambiará cuando los humanos necesiten
energía de una presa situada en territorio simio. La tregua establecida hasta
ese momento se romperá, y ambas razas entrarán en guerra.
La película, digámoslo ya, es superior a la primera parte en
casi todos los aspectos; tanto en desarrollo de personajes -simios- como en
espectacularidad. La confianza, el liderazgo y la diplomacia son los pilares sobre
los que se cimienta el guion de “El amanecer del planeta de los simios”. Una
historia que apuesta por el entendimiento mutuo entre razas, aunque siempre
haya simios o humanos que traten de boicotear cualquier acto de reconciliación.
¿Humanos o simios? Los responsables de la película hacen
todo lo posible para que el espectador no se decante por un bando u otro. Pero
son los personajes simios-César, Koba, Blue Eyes, Maurice- los que tienen muchos
más matices que los humanos. Y eso hace que, inevitablemente, nos inclinemos a
su favor. Son ellos los que llevan el peso de la acción y a quienes les corresponde
las mayores decisiones dramáticas de la historia. No hay personaje humano que
esté a su altura, y quizá ese sea el único punto negativo de esta película.
En “El amanecer del planeta de los simios” hay una buena
combinación entre espectacularidad y escenas más pausadas entre personajes. Son
estas últimas las que predominan en la primera parte del film, donde nos cuentan
las relaciones entre los simios y su modo de vida. Y es hacia el final cuando todo
estalla y la espectacularidad cobra protagonismo, con impactantes escenas que
recuerdan al mejor cine bélico–como la de la torreta del tanque- que demuestran
el buen hacer del director, Matt Reeves.
Quien merece una mención aparte es Andy Serkis y el equipo encargado de los efectos especiales. Sería injusto escribir sobre esta película sin señalar su impresionante labor dando vida a César, protagonista absoluto de “El amanecer del planeta de los simios”. Son sus movimientos y expresiones las que llevan el peso de la película.
La primera y última imagen de la película es la misma: César mirando
al espectador, desafiante. Unos ojos inteligentes, expectantes; humanos, al fin
y al cabo. Unos ojos que invitan a pensar que habrá otra entrega simiesca dentro
de unos años. Y nosotros encantados de que vuelva. Y es que “El amanecer del
planeta de los simios” no es solo el blockbuster
del verano; es, además, una de las mejores películas en lo que llevamos de
2014.
Álvaro Icaza.
Álvaro Icaza.
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