lunes, 26 de agosto de 2013

Tiburones en el cine

Quiero hablar de la fiebre del tiburón que contagió a Hollywood tras el éxito de Tiburón de Steven Spielberg de 1975 y el por qué no se ha vuelto a hacer una buena película desde entonces.

El tiburón de Spielberg, a parte de ser una idea bastante nueva en su época, trata del miedo del hombre ante lo desconocido, ante lo único que aún no puede dominar. 



Pese a que se presenta una muerte en los primeros minutos, no vemos a la gran bestia hasta más de la mitad de la película. Lo que interesa no es mostrar una sangría marina, lo que Spielberg pretende y consigue es crear un buen ambiente de terror sin la necesidad de mostrar, tan sólo sugerir. Tensa desde el primer minuto utilizando planos subjetivos del tiburón y unas escenas del mar con una tétrica y más que acertada banda sonora que pone los pelos de punta. Hace que el espectador se sienta indefenso y pequeño ante la inmensidad del mar, esperamos algo que nunca llega y eso nos desespera, al igual que pasa en la primera entrega de Alien. Por eso mismo, al salir el gran tiburón, el impacto es mayor y se consiguen mejores resultados. A parte, se molesta en dibujar a unos personajes con una psicología muy interesante y que se unen por necesidad de la supervivencia.

Ahora bien, igual que pasa con tantas películas, cometieron el error de creer que lo que el público quería ver era la matanza de Texas en el mar. Empezaron a producirse centenares de películas con argumentos superficiales y más que repetitivos como pretexto para que un bañistas entraran al mar para ser devorados por la gran bestia y, por supuesto, poder enseñar litros y litros de sangre. Son un ejemplo Tiburón 2, 3, 4, y hasta 6, Deep Blue Sea, El Ataque de lo Tiburones, Tiburón: La presa (estrenada hace dos años) y un sin fin de títulos que lo único que contienen es más de lo mismo y en las cuales se libra una interminable batalla para ver quién hace la película más sangrienta y con un tiburón más realista con los mejores efectos especiales. Pues diré una cosa: El Tiburón de 1975 no está hecho por ordenador (se tarta de un gran robot que actualmente podemos apreciar su escaso realismo en pantalla) y apenas muestra sangre pero es la ÚNICA película de la fiebre "monstruo marino" que vale realmente la pena. 

Y lo peor de todo es que continúan haciendo películas de tiburones y no se dan cuenta de que ya está más que sobado y que cada vez las críticas son peores. Para rematar, este 2013 ha traído otra película de tiburones que, intentando ser un poco diferente, roza lo absurdo: Sharknado: tornado de tiburones. Voy a ahorrarme las palabras, dejo el link para que puedas juzgar por ti mismo:



Alguien debería decir basta a esta clase de películas que están saturando al público y sólo consiguen que uno tenga hasta pánico de bañarse en la orilla del mar. Cuánto daño hizo Spielberg...


Alba Guillén



2 comentarios:

  1. Pues yo creo que ver a Ian Ziering con una motosierra no tiene precio :P
    Han anunciado hasta una secuela ya y todo! En esta los escualos también acojonan algo: http://youtu.be/PKnQHwtB7ZY

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  2. Lo malo de estas películas es que no están catalogadas directamente como "serie b" ya que solo por eso su caché se desinflaría notoriamente.
    Y ni siquiera es una serie b por el presupuesto que tiene...pero estas pelis no son ni carne de videoclub (o itunes) son directamente carne de Emule o bittorrent.

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