Los últimos días

Me dejé llevar por una cuestión tan simple como común en la gente que vive en mi ciudad: salía Barcelona destruida, "qué gracioso". Pero más allá de decir "Yo vivo ahí, yo voy a comprar ahí" y derivados, Los últimos días parte con una gran idea, o al menos muy original. 

Sin embargo, este arranque queda en nada en el momento que aparecen los créditos finales y te das cuenta que no te han dado ninguna clase de explicación del por qué de esta Barcelona apocalíptica, tan sólo unas pinceladas poco claras en el inicio, y con eso se dan por satisfechos.

Apartándonos de este "detalle", la película entretiene ya que te ofrece grandes efectos especiales y mantiene un ritmo dinámico que hace que los minutos pasen rápidos. La evolución en la relación de los dos protagonistas es clara pero algo rápida y/o forzada. Las motivaciones que los mueven las hemos visto en centenares de películas y cómo resuelven su amistad es más que previsible. 

Los últimos días se basa en una carrera a contrarreloj por los subsuelos de Barcelona que refleja la decadencia del ser humano y la vuelta a la vida de las cavernas en la que todo vale para sobrevivir. Este último aspecto me parece interesante y bien plasmado. El final sin embargo me dejó fría. Tal vez flaquea a causa de esta falta de información del por qué de los hechos pero personalmente me sobran los últimos diez minutos de película, me hubiera parecido un final más digno si hubieran cortado a tiempo. Abusan también de la casualidad en un par de ocasiones intentando colársela al espectador sutilmente.

En general pese a las buenas premisas que ofrece me parece una obra sencilla con la que se podía haber sacado más jugo de haber sido tratada de otra forma. No obstante no sentirás haber perdido el tiempo y siempre quedará el pensar que "fue curioso ver Barcelona patas arriba".


Alba Guillén