martes, 9 de julio de 2013

Antes del anochecer

Reconozco que no había visto ninguna de las dos películas que la preceden así que no conocía el estilo naturalista tan peculiar de esta trilogía y me sorprendió muy gratamente. 

Es un cóctel de belleza. Belleza en los diálogos y en los maravillosos paisajes de Grecia acompañados por por una banda sonora que te transporta a otra dimensión.

Partimos de dos protagonistas, un hombre y una mujer que, tras una complicada historia de amor han conseguido unir sus vidas y formar una familia y un futuro juntos. No estamos ante una historia de amor, sino ante el deterioro de un matrimonio cansado de luchar y lleno de rencor y arrepentimiento personal. Todo gira al rededor de Celine y Jesse, dejando en un papel muy secundario a cualquier persona de su alrededor que no hace más que contextualizar lo que ellos están viviendo. La película se basa en el dialogo, en las emociones que estos provocan. 

Uno puede pensar que la película no avanza en cuanto acción, y así es. No se trata de contar la evolución de unos echos, sino la evolución de unos sentimientos tan humanos como realistas. Hay que mostrarse receptivo para dejarse llevar por este camino de emociones y vivirlas tan intensamente como los protagonistas, enfadarte, reír y entristecerte con ellos. En más de una ocasión pensarás "yo hubiera reaccionado igual, yo hubiera pensado/dicho lo mismo..." y de eso se trata. 

El desenlace ofrece una dolorosa a la par que bonita lección de vida, y es que no existen los verdaderos finales felices, sino finales simplemente, finales que con nuestros esfuerzos podemos amoldar para que nos llenen pese a los baches del destino. Así que si quieres ver una historia más de amor no te molestes en visualizar esta película. Si lo que buscas es verdad y belleza de la mano de un guión brillante, te invito a que disfrutes de Antes del anochecer

  

Alba Guillén

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