¿Os imagináis estar solos en la selva, con un desconocido, y completamente desnudos? Esta es la idea que tuvieron los productores de Naked and Afraid, un programa que lo está petando en Estados Unidos.
Todos hemos criticado alguna vez la moda de los reality shows y cómo ha deteriorado la calidad televisiva. Aún y con toda la crítica que reciben, los reality shows actuales tienen una audiencia sólida que les permite ir creciendo en cantidad y temporadas, y por eso cada vez son más los canales que se suman a producirlos.
Uno de los más polémicos reality del momento es Naked and Afraid, en Discovery Channel. Sí, Discovery Channel. Lejos quedan los días en que éste canal sólo emitía documentales y programas interesantes.
Naked and Afraid muestra una historia diferente en cada episodio pero siempre con la misma estructura, consistente en un hombre y una mujer que se conocen por primera vez y deben afrontar juntos el reto de sobrevivir 21 días desnudos en medio de la naturaleza salvaje. Ellos mismos deben buscarse agua y comida, y crear un refugio para no vivir en la intemperie.
Más allá de la falsa pretensión del programa de mostrar un reality sobre supervivencia, lo que realmente ha dado fama a Naked and Afraid es el hecho de que sus participantes están completamente desnudos la mayor parte del tiempo, al menos hasta que consiguen hacerse ellos mismos algo para taparse. Eso, sumado al hecho de que no se conocen entre ellos cuando se ven desnudos por primera vez, le da morbo suficiente para que haya tenido éxito y siga en emisión a día de hoy.
Resulta también un dato curioso que los concursantes que participan en este programa lo hacen por amor al arte o por vanidad, pues no hay premio alguno más allá del minuto de fama que concede salir desnudo por la tele.
La gran pregunta que esto suscita es, ¿por qué tienen éxito este tipo de programas? Es fácil criticar a quién los mira y decir que el problema está en la gran cantidad de “audiencia de baja calidad” que hay, pero ¿es así siempre? Es también posible que la reality tv se haya convertido en una forma de relajarse y no pensar en nada al final del día y por eso haya gente que, aunque sea plenamente consciente de que está viendo telebasura, aún así lo disfrute como un placer culpable más.
En definitiva, es una realidad que programas como Naked and Afraid son sensacionalistas, banales y, en definitiva, malos. Aún así y muy lamentablemente, todos nosotros nos hemos quedado alguna vez absortos mirando alguna de estas barbaridades. Como se suele decir, quién esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Por último, aquí os dejamos el vídeo de dos participantes conociéndose.
Berta Esteve Beltran
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